Crear una identidad visual es mucho más que diseñar un logo bonito. Es construir un lenguaje visual coherente que represente quién eres, qué prometes y cómo deseas que te recuerden. Y aunque puede parecer una tarea creativa, la verdad es que se trata de una labor profundamente estratégica.
En Exprésate, hemos acompañado a decenas de marcas a dar sus primeros pasos (y a corregirlos también). Por eso hoy te compartimos los 7 errores más comunes que detectamos al crear una identidad visual desde cero… para que no te pase a ti.
1. Querer gustarle a todo el mundo
Una marca sin enfoque visual, que quiere ser moderna y seria, juvenil y elegante, llamativa y sobria, termina siendo confusa e irrelevante. La identidad debe partir de una definición clara de tu público, tu tono y tus valores.
2. Diseñar el logo antes de definir la marca
Muchos empiezan por lo visual sin haber definido su propósito, sus pilares o su diferenciador. El diseño no puede suplir la falta de claridad estratégica. Un buen logo sintetiza una esencia, no la inventa.
3. Elegir colores por gusto personal
“Me gusta el morado” no es una razón válida para que tu marca lo use. Cada color comunica algo distinto y debe alinearse con las emociones que deseas despertar en tu audiencia. El color no es decoración: es percepción.
4. Ignorar el contexto digital
Una marca no solo vive en papelería o anuncios físicos. ¿Tu logo funciona en un avatar de Instagram? ¿Se lee bien en dispositivos móviles? ¿Tu tipografía carga rápido en web? Si no piensas en esto, estás fuera del juego.
5. Usar tipografías genéricas o mal combinadas
La tipografía también es parte del carácter de tu marca. Una mala elección puede hacerte ver poco profesional, desactualizado o poco confiable. La coherencia tipográfica habla tan fuerte como el logo.
6. No documentar tu identidad
Tener un logo y colores no es suficiente. Debes contar con un manual de identidad visual que indique cómo (y cómo no) usarlos. Esto asegura coherencia en todos tus canales, incluso cuando el equipo crece o cambia.
7. No pensar en la evolución
Tu identidad debe tener espacio para crecer. No se trata de cambiarla cada año, sino de diseñarla con visión a futuro: adaptable, escalable, evolutiva. Las marcas exitosas nacen con flexibilidad, no con rigidez.
Crear una identidad visual no es solo cuestión de diseño: es una decisión estratégica que define cómo te ve el mundo.
En Exprésate, te ayudamos a construir una marca con sentido, personalidad y coherencia, desde el día uno.
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